Inflamación durante la menopausia y cómo encontrar alivio

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Por qué el cuerpo de siente más inflamado en la menopausia

Una combinación de fluctuaciones hormonales y cambios fisiológicos explica por qué el cuerpo puede sentirse más reactivo durante la transición hacia la menopausia. Estos incluyen lo siguiente:

• Disminución de estrógeno. El estrógeno normalmente ayuda a regular la inflamación al influir en la producción de ciertas moléculas señalizadoras, llamadas citocinas. Cuando los niveles de citocinas fluctúan o disminuyen de forma constante, a medida que el cuerpo se adapta a las nuevas condiciones hormonales, tiene lugar un proceso inflamatorio. Esto puede manifestarse como sensaciones de rigidez, hinchazón o mayor sensibilidad.
• Hormonas del estrés. El cortisol, la principal hormona del estrés, suele incrementar su presencia durante la mediana edad. Debido a ello, los trastornos del sueño se vuelven más comunes y un descanso deficiente puede elevar aún más los niveles de cortisol al día siguiente, lo que afecta la digestión, el estado de ánimo y la percepción del dolor. Como resultado, el cuerpo puede sentirse tenso o inflamado incluso sin la existencia de un problema médico subyacente.
• Cambios intestinales. El estrógeno interactúa con el microbioma intestinal. Al cambiar los niveles hormonales, la digestión se hace más lenta y se altera el equilibrio de bacterias beneficiosas. Esto puede provocar hinchazón, irregularidades intestinales, o molestias abdominales que muchas mujeres interpretan como inflamación.
• Cambios en el colágeno y las articulaciones. La disminución de estrógeno también afecta la producción de colágeno. Con el tiempo, las articulaciones y el tejido conectivo pueden perder amortiguación y elasticidad. Esto puede generar sensaciones similares a la inflamación, como rigidez al despertar o tras largos periodos de inactividad.

Siete formas de aliviar la inflamación naturalmente

Estas siete prácticas sencillas y beneficiosas pueden contribuir a reducir la sensación de inflamación durante la menopausia y a recuperar el equilibrio corporal:

Consumir alimentos antiinflamatorios

Ciertos alimentos favorecen de forma natural la capacidad del cuerpo para regular la inflamación. Las frutas y verduras, especialmente las de colores vibrantes, aportan antioxidantes que ayudan a contrarrestar el estrés oxidativo. Los alimentos ricos en omega-3, como las semillas de chía, la linaza y las nueces, promueven el equilibrio de las vías inflamatorias. Por otro lado, ciertas hierbas y especias, tales como el jengibre y la cúrcuma, también ofrecen alivio natural.

Mantener un intestino sano

Un intestino sano favorece el metabolismo hormonal e influye en la forma en que el cuerpo controla la inflamación. Aumentar el consumo de fibra procedente de verduras, cereales, legumbres y semillas favorece la regularidad intestinal. La hidratación favorece una digestión fluida. Las mujeres también pueden beneficiarse del consumo de alimentos fermentados, tales como el yogur o el kéfir, que aportan probióticos.

Moverse diariamente

La actividad física regular ayuda a regular la inflamación, pero demasiada intensidad sin respetar el tiempo de recuperación puede tener el efecto contrario. Concéntrese en un entrenamiento de fuerza suave para mantener la masa muscular y favorecer la estabilidad articular. Las actividades de bajo impacto, tales como caminar, montar en bicicleta y nadar, mantienen el cuerpo activo sin sobrecargarlo. Los ejercicios de estiramiento y movilidad, por otro lado, ayudan a reducir la rigidez y mejoran el bienestar general.

Dormir lo suficiente para reducir el estrés

El descanso puede tener un efecto poderoso sobre las sensaciones relacionadas con la inflamación. Mantener un horario regular para dormir en una habitación fresca y tranquila, así como reducir el tiempo frente a pantallas antes de acostarse, son medidas que ayudan a mejorar la calidad del sueño. Para algunas mujeres, un baño caliente, una infusión, leer o realizar estiramientos suaves son actividades que ayudan a preparar el cuerpo para el descanso. Incluso mejoras leves en el sueño suelen reducir notablemente la tensión y la sensibilidad al día siguiente.

Estabilizar el nivel de energía durante el día

Los picos y descensos bruscos de azúcar en sangre pueden provocar un aumento de la inflamación, así como una sensación de pesadez y apatía. Una alimentación equilibrada, que combine proteínas, grasas saludables y fibra, ayuda a mantener un nivel de energía estable. Comer a intervalos regulares en lugar de saltarse comidas también favorece el equilibrio hormonal y previene los antojos provocados por las bajadas de azúcar.

Mantener el balance hormonal

Dado que los cambios hormonales desempeñan un papel fundamental en las sensaciones relacionadas con la inflamación, promover un óptimo funcionamiento del sistema endocrino puede contribuir mejorar el bienestar general. Macafem nutre las glándulas implicadas en la producción natural de hormonas, ayudando al cuerpo a mantener un saludable equilibrio hormonal. Muchas mujeres reportan mejoras en la calidad del sueño, la digestión, el estado de ánimo y las articulaciones cuando sus hormonas reciben un adecuado soporte desde el interior.

Practicar técnicas para armonizar mente y cuerpo

El estrés está estrechamente relacionado con la inflamación. Técnicas como la respiración profunda, la relajación guiada, la atención plena y los estiramientos suaves ayudan a calmar el sistema nervioso. Pasar unos minutos al aire libre o disfrutar de una actividad tranquila y placentera también puede promover una sensación de bienestar. Estas prácticas ayudan a reducir la tensión muscular y a restablecer el equilibrio mente-cuerpo, lo que puede ayudar a disminuir la sensación general de inflamación.

La sensación de malestar que aparece durante la menopausia es común y comprensible una vez que se reconocen los cambios hormonales subyacentes. Mediante prácticas saludables y con la ayuda de Macafem, es posible recuperar el ritmo de la vida diaria.