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Menopausia y salud intestinal: ¿cuál es la conexión?

La importancia de la salud intestinal se ha revelado recientemente, mediante estudios que relacionan los desequilibrios intestinales con la baja inmunidad, el metabolismo deficiente y los problemas de salud mental, entre otros. Sin embargo, muchas mujeres aún no son conscientes de la conexión entre la menopausia y la salud intestinal. Descubra cómo los cambios hormonales pueden afectar al intestino y las mejores maneras de promover su buen funcionamiento.

Menopausia y salud intestinal: ¿cuál es la conexión?

¿Por qué es importante la salud intestinal?

El tracto gastrointestinal (GI) humano, o simplemente el intestino, es el hábitat natural de billones de microorganismos, como bacterias, hongos y virus.

A estas poblaciones de microbios que viven en el intestino se las conoce, colectivamente, como microbiota intestinal, flora intestinal, o microbioma intestinal (aunque, en términos biológicos, este último tiene una definición ligeramente diferente, ya que también abarca genes de microbios).

Estos microorganismos mantienen una relación simbiótica con el cuerpo, lo que significa que se benefician mutuamente. Desempeñan numerosas funciones, importantes para la salud humana, como regular la inmunidad, la digestión y la producción de vitaminas, mientras que el cuerpo proporciona un entorno seguro y lleno de nutrientes para sus necesidades.

Sin embargo, ciertos cambios en el cuerpo pueden provocar disbiosis intestinal, un desequilibrio en la composición microbiana. Esto, a su vez, se ha asociado con varias condiciones de salud, como enfermedad inflamatoria intestinal, depresión, diabetes, enfermedades cardíacas, obesidad y más.

¿Cómo se ve afectada la salud intestinal durante la menopausia?

Hasta hace poco, no se sabía mucho sobre los efectos de los cambios hormonales sobre el microbioma intestinal y el estado de salud general de las mujeres.

Lo que se sabe es que el microbioma intestinal metaboliza el estrógeno y otras hormonas sexuales. También puede descomponer y reciclar estas hormonas, lo que les permite volver a circular en el cuerpo.

Durante la transición hacia la menopausia, el cuerpo reduce paulatinamente su producción de hormonas reproductivas. Esto significa menos hormonas para metabolizar en el intestino, lo cual afecta directamente la composición del microbioma.

De hecho, se ha descubierto que, durante la posmenopausia, el microbioma de las mujeres registra una diversidad más baja y una composición distinta a la de las mujeres en edad reproductiva, asemejándose más al microbioma masculino.

Adicionalmente, los desequilibrios intestinales que ocurren durante la menopausia también pueden producir problemas digestivos, como hinchazón, estreñimiento, diarrea y otros. Los estudios también están investigando el vínculo entre la salud intestinal y otros síntomas de la menopausia, como los sofocos.

¿Estos cambios intestinales aumentan el riesgo de problemas de salud?

La ciencia todavía está investigando las consecuencias de los cambios en el microbioma sobre la salud de las mujeres durante la menopausia.

Como se mencionó anteriormente, la composición del microbioma intestinal en mujeres que se encuentran atravesando la menopausia es distinta a la de las mujeres en edad reproductiva, con niveles más altos de microorganismos relacionados con un deterioro de la salud, y niveles más bajos de microbios beneficiosos para el cuerpo.

En general, la evidencia inicial sugiere que los cambios en el microbioma intestinal de las mujeres podrían significar un aumento en el riesgo de padecer afecciones cardiometabólicas, tales como:

  • Cardiopatía
  • Obesidad
  • Síndrome metabólico
  • Diabetes tipo 2

Opciones de tratamiento

La investigación ha demostrado que modificar la composición y la diversidad del microbioma intestinal a lo largo de las diversas etapas de la menopausia no solo puede ayudar a aliviar dolencias comunes, sino también reducir graves riesgos para la salud. Las siguientes recomendaciones pueden ayudar a mantener una buena salud intestinal durante la menopausia:

  • Comer una dieta balanceada, rica en alimentos probióticos (p. ej., yogur, chucrut, kombucha) y prebióticos (p. ej., manzanas, plátanos, avena), ayuda a promover un microbioma intestinal saludable. Los prebióticos son un tipo de fibra vegetal que promueve el crecimiento de probióticos, microbios beneficiosos que se encuentran en ciertos alimentos.
  • Tomar suplementos probióticos podría ser otra forma de resolver el desequilibrio y aumentar la diversidad. Estudios científicos han demostrado que la suplementación con bacterias del género Lactobacillus puede ayudar a combatir la pérdida ósea, la inflamación y el intestino permeable relacionado con bajos niveles de estrógeno.
  • Garantizar un sueño y descanso adecuados es clave, ya que las investigaciones muestran que la falta de sueño y los niveles elevados de cortisol pueden cambiar la composición del microbioma intestinal. Esta relación también va en sentido contrario: un microbioma diverso ayuda a promover un mejor sueño, lo que puede beneficiar a muchas mujeres que atraviesan la menopausia.
  • Promover el equilibrio hormonal con Macafem, tratando desde la raíz los desequilibrios intestinales al aliviar las fluctuaciones hormonales. Al estimular el sistema endocrino para que produzca hormonas sexuales de manera más eficiente, Macafem puede contribuir a mejorar la salud del microbioma intestinal.

Si bien aún queda mucho por comprender, el vínculo entre el microbioma intestinal y la menopausia es innegable. A medida que los estudios continúan arrojando luz sobre este tema, nuevos enfoques terapéuticos ayudarán a las mujeres a disfrutar de un intestino sano y un bienestar general mucho después de que hayan pasado la menopausia.

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